miércoles, 2 de julio de 2008

"Cosmo + Whisky = amistad con un ex?"---nahh!!!

Tras volver a leer la historia de Gerardo y Adrián, y con ayuda de un "dude", con quien llevo una rara pero longeva relación, me dí cuenta de que Gerardo ha resuelto una ecuación de la que mucho tiempo huímos al terminar una relación...Qué más qué da como resultado una buena amistad con tu "ex"? Tras compartir algunos de los secretos más íntimos, aquellos que sólo dejaste al decubierto con aquella persona a la cual amabas...¿es posible dar tres pasos para atrás y poder ser "cuates"?---¿en realidad se avanza o se retrocede al ser amigo de tu antiguo amor?
Y es que nunca en la vida pensé que estaría en ese momento. Cuando lo ví, claro que me dió gusto haber concretado una cita con el antiguo habitante de mis pensamientos diarios. De hecho, me la pasé increíble con él. Siempre con un interersante tema de conversación, alguien a quién criticar y una prolongada discusión que manteníamos incluso cuando éramos novios. Él me diría mis verdades y yo las suyas (aunque generalmente sólo me defendía porque me había enamorado a tal punto, que lo encontraba como un ser infalible).
Y es que no creo que sea tan simple como que una "x" más una "y" resulten en una maravillosa "z". Creo que todo se fundamenta en el cómo y cuándo decidieron que el hechizo había terminado. Y más aún, si consideran que lo que los unía no se convirtió en una calabaza al romperse el encantamiento. Ese es la "receta secreta". El reconocer que esa persona fue y sigue siendo importante para tu vida. Ok, no funcionó el "nosotros", pero el cariño derivado del trabajo de la "varita mágica" no se puso en tela de juicio. Creo que hay que saber cuándo decir "adiós" al amor y "hola" a una amistad, claro, derivado de un acuerdo mutuo.
Por supuesto que se puede ser cuate de aquella persona que te hizo pensar, decir y hacer cursilerías (aunque en el momento no se perciban así)...me parece que se avanza o se retrocede en la medida en qué tanto arriesgamos y nos trevemos a hacer cosas "impensables" en otro momentos de nuestras vidas.
Siempre me sentiré afortunado de haberlo encontrado. Era la lección que tenía ansiaba aprender. Y aunque mi pensar acerca de lo que trajo consigo esa experiencia sea ambivalente y carente de arrepenrtimientos, no tendré más que buenos deseos para que ambos encontremos a alguien con quien seamos al cien por ciento felices...porque ese es el chiste, ¿no?...la búsqueda de esa utópica felicidad.

—Mr. Pp--"the love believer"—

martes, 1 de julio de 2008

Gerardo Y Adrián---¿segunda parte?

Olvidé ponerle título al primer escrito de "Adrián y Gerardo", irónicamente, ellos están así en la actualidad...sin título. Simplemente son "Adrián y Gerardo".

Aquél primer texto finalizó con "algo nuevo comenzó"---palabras más, palabras menos....

Y si, cosas nuevas comenzaron. Para empezar, el amor de estos dos chamaquitos, no ha llegado a un final. Por lo que una nueva amistad inició entre los dos. De hecho, nunca lo habían sido. Cuando se conocieron, como que siempre fue el plan "relación amorosa". Pero lo de la amistad les funcionó. Al menos esta "primera vez".
Gerardo se sentía nervioso, lleno de pensamientos ambiguos (como es su maldita costumbre). Y de hecho, como es su maldita costumbre...llegó temprano a la cita en una de esas avenidas hermosas llenas de tránsito.
Ahi estaba...el primer hombre al que le entregó su famoso "naipe"...vestido como siempre: con estilo y esa galanura de estrella de cine de los setentas. Gerardo no pudo disimular su nerviosismo. Se quitó los audífonos, y como siempre, con su cara de no-llevo-mil-horas-esperándote, lo saludó. De igual forma, Adrián le extendió la mano con su tradicional cara de me-da-gusto-verte-pero-no-quiero-aceptarlo. Ambos dieron media vuelta y esperaron a que el semáforo se tornara en verde para cruzar sin ser aplastados.
Tal como en aquellos tiempos en los que vivían enamorados, fueron a ver una cinta. Esta vez, programada por Gerardo, ya que en la radio había escuchado una buena crítica de la misma.
Sí, fue diferente...raro...novedoso. Gerardo nunca en su vida habría imaginado terminar con alguien, y a la semana siguiente salir al cine en tan buen plan. Sin embargo, las cosas cambian, todos cambiamos...al menos, ha sido mi filosofía en estos útlimos meses, y al parecer, la de Gerardo también.

Sin duda, el amor existe. No puedo evitar recordar que cuando inicié este blog escribía acerca de encontrarlo. Fui afortunado, y me topé con él. Gerardo también se tropezó con "cupido"...y su historia titulada simplemente "Adrián y Gerardo" es prueba de ello...

—por Pepe Rivas (Mr. Pp)