sábado, 8 de noviembre de 2008

Do you remember the time?

No estoy seguro de que tan seguro sea escribir en esto, pero bueno, aqui voy...

Hoy, no pude evitar recordar que me es posible recordar cada momento, cada segundo, y palabra que cruzé con "aquél"...(creo q me sale mejor in inglish)...obviously it´s because you know what...blablabla---And today, I love that. I love being able to remember every single fact I lived with him.

Now I am at that point or phase where you are able to remember, and in fact, put a smile upon your face. I´m happy about that...´cause this is how it should be. How could i hate somedy I loved so much?

Yes, I hated myself and hated him because we weren´t as thoughtful and grown up´s to turned that relationship into something "big". i really wanted it. Actually I still want it...not with him, but somebody I know I´ll meet. (Yes, I´m also at that point or phase where you are optimistic and full of hope).

I think of all that other phases post-trauma, this is actually the best one. Now I feel kind of free, guilty free and somewhat happy about have lived that...Now I feel happy for kick my face on that hard wall called "new love (relationship) and it´s encounter with old love (sex)".

Years ago some new york writer wondered about the results of a relationship. She said that after it, you would be married or would learn something...Today I feel I´ve learned something.NOt in the good way...but in the most realistic one.

Now I have a really nice memory "in the corners of mi mind". I´m glad it is a nice, painful, happy and even lovely memory.

In this final phase I "just choose to remember of (...) the way we were".


__(hace mucho no escribía en inglés, así que disculpas por si hay errores) :)

miércoles, 15 de octubre de 2008

Does a "holiday" really means "celebrate"?

Ya he olvidado este sitio...no sé si los eliminen tras un tiempo sin usar, pero al menos tardé mucho en recordar mi contraseña y nombre de usuario jeje...



Leí mi última entrada y decía que es padre recordar. Hoy sentí eso de nuevo. Corrí estáticamente y pude recordar el por qué de los sucesos de este año. Me encanta que lo exterior me recuerde que tengo cosillas en mi interior, y que sin duda, han sido fundamentales en la planeación de este año...estoy completo, pero me falta una mitad.

Y es que tras un mes medio extraño lleno de planes vacacionales, hoy decidí volver a aquel punto feliz justo después de que un integrante se uniera a mi familia. Aquel punto en el que creía firmemente en la suma de casualidades y decisiones que como resultado dan igual a un amor.

Recordé que las vacaciones ayudan, pero retrasan la llegada de la meta de acuerdo al plan.


Y tengo que escribir esto:
La neta amo los mecanismos de defensa que mi inconciente utiliza para olvidarme de "aquel" como ha sido recientemente bautizado (entiéndase reciente como hace dos meses). Sí, me dí cuenta de que estoy harto de eso...demasiado. Y me caga. Aunque ya no está presente en ninguna de sus presentaciones, lo sigue estando. Es en este punto donde amo los mecanismos de defensa, porque se han terminado o no los encuentro y aquello que daña no se entierra en la oscuridad de mi inconciente....pero ya casi. Es tiempo de ganar.

No me queda más que seguir planeando la toma de "vacaciones" que al final del día, no significan "celebrar".

miércoles, 27 de agosto de 2008

"...mirar para atrás"

Es imposible recordarme a mí mismo que estoy a quince minutos de cumplir dos décadas en este planeta. Una amiga me dijo que volteara hacia atás y viera lo que he hecho hasta ahora. Y sí, como cuando dicen que te mueres y ves toda tu vida en una película, así me ví.

Jugar conmigo mismo; Cantar las de Yuri y bailar como Tatiana; sin olvidar ver la tele todo el día. Ir con mis primas y no bañarme en una semana; ver televisión. No ir a la escuela "porque el día estaba feo"; sacar diplomas en inglés y ver la tele. Lidiar con el acné y las "amiguis" fresas; el despertar sexual y ver tele. Encontrar que en la internet podía ver porno y ver la tele. Descubrir a Madonna, cambiar mi ideología y buscar la reinvención constantemente. Aprender a bailar mientras veía tele. Enamorarme o al menos traerle ganas a alguien. Vivir con mi papá y para olvidar los problemas, ver la tele. Regresar con mi madre y salir del clóset con ella (mientras veíamos la tele). Encontrar buenos amigos en la prepa; aprender de los líos amorosos y decidir que la televisión sería la forma de ganarme la vida. Entrar a la Universidad para estudiar la carrera que siempre había querido. Encontrar a gente bellamente diversa e importante para mí. Agrandar la familia con un hombre loquito que si fuera caricatura, tendría la piel color azul. Conocer el amor, o al menos, idealizar haberlo encontrado. Tener gratos recuerdos de ese "primero". Mi primera mega borrachera de la cual recuerdo el 20 por ciento. Ah y por supuesto ver la tele.

Recordé y recordé y olvidé qué quería decir con esta entrada.

Ah! Me parece lindo recordar, pero, he decidido hacer e invertir en el hoy, para mejorar el mañana. Sin duda, siempre creyendo en que encontraré a alguien que pueda simbolizar el concepto de amor. Y con fe, amor a tí mismo y esperanza...sin eso, no tienes nada.

viernes, 8 de agosto de 2008


Exceso de fijador capilar y delineador negro; lentes oscuros y aretes en forma de cruz; pantalones entubados, leggins y faldas encima de ellos; así como blusas recortadas y playeras de colores fosforescentes...¡No!, no estoy enlistando la forma de vestir de esas pseudo "nuevas tribus urbanas" que se reúnen en la glorieta del Metro Insurgentes. Tampoco hablo de las tendencias que Dolce & Gabbana propone para la siguiente temporada. Me refiero a los dos lustros posteriores a las fiesteras noches de sábado llenas de "fiebre"...¡los maravillosos ochentas!

Son ya casi 20 años de separación, pero los 80´s siguen siendo un imprescindible referente en cuanto a cultura musical, historia televisiva, la moda, y hasta valores morales. Desde las "estrellas" que nos heredó "Siempre en Domingo" (Yuri, Juan gabriel, e incluso Alaska), hasta telenovelas llenas de como "Quinceañera" o "Cuna de Lobos"; pasando por los blusones de las "Flans" y los pasos simulando conducir una motocicleta de "Menudo". Los ochentas fueron...pero viven (LITERAL) en la cultura de nuestro "pueblo mexicano", como solía decir Raúl Velasco (q.e.p.d).

Del otro lado del río, enumerables bandas nuevas tuvieron un sólo éxito en las listas de popularidad y sin avisar, se los "comió la Tierra". La era del video musical inició como tal gracias a un canal llamado MTV, imprescindible para las carreras de las (ahora) leyendas del pop. El cine, el arte, el mundo de la ciencia...todo se movía más rápido, aunque el "2000" parecía lejano, como el hogar de "E.T."

Quien me conoce, sabe que amo ese periodo en el tiempo. Me parece que sin la música de esa generación, mi propia generación no estaría en los "antros" bailando música electrónica. Que por cierto, inició Donna Summer en 1977 con la canción "I feel love", ya que fue la primera en utilizar sintetizadores (fundamentales en las tornamesas ochenteras), y que en los noventas evolucionaría al techno, y posteriormente a sus hijos y nietos del nuevo milenio, como el pshyco o el trance.

Existe toda una generación que creció y lidió en el camino con dibujos animados fascinantes, nuevos géneros musicales; el VIH/SIDA, formas de vestir por demás exageradas, ideologías revolucionarias, devaluaciones, terremotos; en fin, incontables elementos que hacen de los ochentas, una década maravillosa...jamás terminaría por mencionar todos los factores que formaron diez años irrepetibles, que sin duda, mataría por vivir en carne propia.

Ver el nacimiento de una estrella virgen
Ver el video más costoso en aquella época
Un buen mix en inglés
Un buen mix en español (si se puede decir tal cosa)


talking about his favourite time period!!! (and period)

martes, 15 de julio de 2008

La posibilidad de una imposibilidad infinita

¡Es imposible!...sí, aunque suene incongruente, algo me parece imposible, y eso es dejar de amarte. Tal vez no puedo porque no quiero; puede que sí puedo pero no quiero; quizá sí quiero y de hecho sí puedo, pero eso me dejaría solo en el mundo...y eso es como lo peor que en nuestros inconcientes color rosa nos podría ocurrir.
Adoro pasar horas contigo, amo tu música, tus risas, cuando te enojas, me encanta bailar contigo, incluso cuando discutimos...No somos iguales, no eres mi tipo; a primera vista no me exitas, pero al final del día, siempre logras estar en mi lista de cosas "sabrosas" en mi mente...aunque por supuesto, en la realidad es mejor. Por supuesto, me desesperas, me caes mal cuando haces un comentario fuera de lugar. Quisiera que fueras infalible, pero eso también es imposible. Y con todas tus imperfecciones me pareces el hombre más perfecto que he conocido. Una pieza fundamental y una de las más grandes en mi rompecabezas llamado "vida". Y así, como un rompecabezas de esos de millones de piezas, me resultaría imposible (de nuevo este adjetivo) describir y explicar todo lo que pasa por mi cabeza cuando dices simplemente "Hola".
Irónicamente, es imposible además hablar abiertamente de este amor.
Y eso es lo peor. No!, lo peor es cuando amas a alguien y no te corresponde en la misma cantidad, forma, número, etc.

Lo que me queda claro es que para cualquiera resultaría imposible amarte como lo hago yo.

"Ever thine
Ever mine
Ever ours"


—Mr. Pp talking about his "Mr. Big"----------

miércoles, 2 de julio de 2008

"Cosmo + Whisky = amistad con un ex?"---nahh!!!

Tras volver a leer la historia de Gerardo y Adrián, y con ayuda de un "dude", con quien llevo una rara pero longeva relación, me dí cuenta de que Gerardo ha resuelto una ecuación de la que mucho tiempo huímos al terminar una relación...Qué más qué da como resultado una buena amistad con tu "ex"? Tras compartir algunos de los secretos más íntimos, aquellos que sólo dejaste al decubierto con aquella persona a la cual amabas...¿es posible dar tres pasos para atrás y poder ser "cuates"?---¿en realidad se avanza o se retrocede al ser amigo de tu antiguo amor?
Y es que nunca en la vida pensé que estaría en ese momento. Cuando lo ví, claro que me dió gusto haber concretado una cita con el antiguo habitante de mis pensamientos diarios. De hecho, me la pasé increíble con él. Siempre con un interersante tema de conversación, alguien a quién criticar y una prolongada discusión que manteníamos incluso cuando éramos novios. Él me diría mis verdades y yo las suyas (aunque generalmente sólo me defendía porque me había enamorado a tal punto, que lo encontraba como un ser infalible).
Y es que no creo que sea tan simple como que una "x" más una "y" resulten en una maravillosa "z". Creo que todo se fundamenta en el cómo y cuándo decidieron que el hechizo había terminado. Y más aún, si consideran que lo que los unía no se convirtió en una calabaza al romperse el encantamiento. Ese es la "receta secreta". El reconocer que esa persona fue y sigue siendo importante para tu vida. Ok, no funcionó el "nosotros", pero el cariño derivado del trabajo de la "varita mágica" no se puso en tela de juicio. Creo que hay que saber cuándo decir "adiós" al amor y "hola" a una amistad, claro, derivado de un acuerdo mutuo.
Por supuesto que se puede ser cuate de aquella persona que te hizo pensar, decir y hacer cursilerías (aunque en el momento no se perciban así)...me parece que se avanza o se retrocede en la medida en qué tanto arriesgamos y nos trevemos a hacer cosas "impensables" en otro momentos de nuestras vidas.
Siempre me sentiré afortunado de haberlo encontrado. Era la lección que tenía ansiaba aprender. Y aunque mi pensar acerca de lo que trajo consigo esa experiencia sea ambivalente y carente de arrepenrtimientos, no tendré más que buenos deseos para que ambos encontremos a alguien con quien seamos al cien por ciento felices...porque ese es el chiste, ¿no?...la búsqueda de esa utópica felicidad.

—Mr. Pp--"the love believer"—

martes, 1 de julio de 2008

Gerardo Y Adrián---¿segunda parte?

Olvidé ponerle título al primer escrito de "Adrián y Gerardo", irónicamente, ellos están así en la actualidad...sin título. Simplemente son "Adrián y Gerardo".

Aquél primer texto finalizó con "algo nuevo comenzó"---palabras más, palabras menos....

Y si, cosas nuevas comenzaron. Para empezar, el amor de estos dos chamaquitos, no ha llegado a un final. Por lo que una nueva amistad inició entre los dos. De hecho, nunca lo habían sido. Cuando se conocieron, como que siempre fue el plan "relación amorosa". Pero lo de la amistad les funcionó. Al menos esta "primera vez".
Gerardo se sentía nervioso, lleno de pensamientos ambiguos (como es su maldita costumbre). Y de hecho, como es su maldita costumbre...llegó temprano a la cita en una de esas avenidas hermosas llenas de tránsito.
Ahi estaba...el primer hombre al que le entregó su famoso "naipe"...vestido como siempre: con estilo y esa galanura de estrella de cine de los setentas. Gerardo no pudo disimular su nerviosismo. Se quitó los audífonos, y como siempre, con su cara de no-llevo-mil-horas-esperándote, lo saludó. De igual forma, Adrián le extendió la mano con su tradicional cara de me-da-gusto-verte-pero-no-quiero-aceptarlo. Ambos dieron media vuelta y esperaron a que el semáforo se tornara en verde para cruzar sin ser aplastados.
Tal como en aquellos tiempos en los que vivían enamorados, fueron a ver una cinta. Esta vez, programada por Gerardo, ya que en la radio había escuchado una buena crítica de la misma.
Sí, fue diferente...raro...novedoso. Gerardo nunca en su vida habría imaginado terminar con alguien, y a la semana siguiente salir al cine en tan buen plan. Sin embargo, las cosas cambian, todos cambiamos...al menos, ha sido mi filosofía en estos útlimos meses, y al parecer, la de Gerardo también.

Sin duda, el amor existe. No puedo evitar recordar que cuando inicié este blog escribía acerca de encontrarlo. Fui afortunado, y me topé con él. Gerardo también se tropezó con "cupido"...y su historia titulada simplemente "Adrián y Gerardo" es prueba de ello...

—por Pepe Rivas (Mr. Pp)


jueves, 26 de junio de 2008

MI opinión acerca de mi fabulosa "Biblia"

Me costó mucho trabajo escribir esto (días) y por eso merece publicarlo....

“SEX AND THE CITY: THE MOVIE"

Maybe it is the fashion. Perhaps it’s the fact of seeing again the four “single and fabulous” women who turned the heat on and made all Manhattan drink Cosmos. Or maybe it’s the four-year wait to see if “Mr. Big” could put his commitment troubles behind. Maybe it’s all of the above. Whatever it is, Sex and the City has become a smashing big hit…What other proof do you need than the $55.7 million opening weekend?

From the designers who would fight for Ms. Parker to wear their costumes; to the press that wrote countless gossips, to the million of fans around the world who would buy the DVD’s of each season…everybody expected this movie since 2004. And in despite of the lousy critics, the “Sex-addicts” had turned the Michael Patrick King’s film into the most successful “R” rated movie of all times, putting behind the $45.1 million of “American Pie” back in 1999.

For those who have read the Candace Bushnell’s best selling book, it can get really clear, that the series got better…a lot. The show pushed the envelopes and created cultural changes. However, the movie is just a memory of what the three-time Golden Globe winning television show was. It was written by King, but apparently, he forgot how to develop a good story line with memorable dialogues and smart jokes, as he himself and the team used to write during the six-year “Sex” life.

As the premiere date approached, Carrie (Sarah Jessica Parker); Samantha (Kim Cattrall); Charlotte (Kristin Davis) and Miranda (Cynthia Nixon) have got some other million fans. However, I think that, all right, you can understand the movie by itself, but if you haven’t seen the 94 episodes, it is just impossible to get the drama and all the gloom that the picture is about.

Based on the unquestionable success of the film —and as Ms. Carrie Bradshaw would say— “I couldn’t help but wonder”...Is there a chance for a Sex and the City sequel?

sábado, 21 de junio de 2008

Todo cambia...entramos a otra estación del año, a otro semestre, incluso a otro estado mental...Gerardo se siente distinto, ya no es la misma persona que solía ir a los bares a ligarse a cualquier prospecto sexual de buen aspecto. Su última relación trajo consigo momentos inolvidables e irrepetibles, pero más importante, un aprendizaje personal como nunca antes. El encontrar el amor, o algo muy parecido a el fue un parte aguas en el mundo de Gerardo como lo conocía.
Su nombre era Adrián, tres años mayor que Gerardo, con estilo al vestir y con gran sentido del humor....con esto no quiero decir que fuera feo, al contrario, la apariencia de galán de los setentas atrajo instantáneamente a Gerardo el día en que intercambiaron miradas y una plática en una de esas cafeterías a las que los adolescentes van a ligar, a comprar un poco de estatus social y de paso a presumir la más reciente laptop del mercado.

Un buen (mejor dicho, un "mal") día, todo acabó.

Aunque fue el primer intento de Gerardo por entrar en combate en esa cosa complicada llamada amor, no lo sintió como una guerra con Adrián, sino consigo mismo. Y es que no sé si decir que ganó o perdió, lo que sí sé, es que Adrián desenmascaró lo que Gerardo había escondido bajo una tela muy gruesa, pero muy liviana como para alzarla y ver qué hay adentro. Y tal vez eso fue lo peor: no conocer a Adrián, sino a sí mismo.

Inicié este texto con la palabra “todo” seguida de “cambio”, sin embargo, para Gerardo ni “todo” significa la universalidad, ni “cambio” significa una metamorfosis. Sí, ya no es el mismo tipo que inició ese pequeño viaje con Adrián ni el que buscaba a los de “buen aspecto”, pero tampoco es otro Gerardo recién llegado de Marte.

Quizá ni él mismo ha descifrado por completo la lección que tiene que aprender de esa relación, quizá nunca lo haga. Tal vez ni siquiera hay algo que “tenga” que aprender de esto. Quizá…tal vez…el mundo se llena de ambigüedades, y Gerardo no está exento de ello.

Un buen (sí, este si es “buen”) día, todo acabó…y algo nuevo comenzó.

—Mr. Pp Rivas

martes, 5 de febrero de 2008

LA BATALLA ENTRE DOS PODEROSOS BANDOS


—“Miranda ¡no es lógica!. Esto es amor, en mi corazón es correcto”—Charlotte York

—“Parece que cuando se trata de asuntos del corazón existe una batalla entre lo que sabemos y lo que sentimos”—Carrie Bradshaw

En una peda vía Messenger (lo que la distancia y el alcoholismo nos obligan a hacer) un amigo me soltó la aseveración que me ha traído de cabeza durante días —aún más que cuando lo vi en un capítulo de Sex and the City—. Para mi amigo partidario de los dictámenes del corazón, “en cuestiones del amor no existe la razón”. ¿Fue sólo una consecuencia de nuestra amiga la cerveza o es cierta esta frase? Si la palabra “corazón” comparte sus últimas cinco letras con “razón”, ¿acaso no pueden compartir una relación?; en las relaciones… ¿es mejor seguir a tu razón o a lo que te hace sentir tu corazón?

Y es que conozco a miembros de los dos diferentes batallones en esta guerra fría llamada “¿a quién hacerle caso?”. Por un lado, está mi amigo que me expresó su perspectiva e inició este laberinto de interrogantes. Ya cumplió un año con su pareja, y aunque a muchos nos parece extraña su relación, para él es perfecta, es “un mundo utópico” que inició cuando él simplemente siguió lo que sus sentimientos le ordenaban hacer durante la batalla. Por otro lado, está mi amigo que durante una charla ocasionada por mi interpelación estableció —al menos a mi modo de ver— que él se mantiene del lado contrario de la trinchera, donde los pensamientos son los que ordenan cuándo disparar y a quienes lanzarles las granadas, o peor aún, sus más poderosas bombas. De igual forma, lleva más del año con su pareja, y aunque a mí en lo personal también me parece extraña su relación los ha llevado a vivir su propia “utopía”.

Ambos desde su parapeto y conscientes de la existencia de lo que existe del otro lado de la barricada han hecho posible que sus relaciones sean exitosas o al menos han logrado ser felices al lado de sus amados. A los dos les ha funcionado el hacerle caso a su respectivo bando.

Entonces… ¿a qué postura hacerle caso? ¡Ambas parecen funcionar!

Sin embargo…como dijo Madonna “I´ve changed my mind”, he cambiado mi pensar y ahora más que nunca quiero amar y ser amado…mi razón me ha orillado a llevar mi corazón a un nivel que nunca ha pisado. Mi corazón me dicta que tantas buenas y/o malas citas le ayudan a crecer y a prepararse para el “one”, para el indicado, ese a quien que mi RAZÓN le permitirá llegar a lo más profundo de mi CORAZÓN.

Además de lo material, de la realización de nuestros sueños y el crecer como individuo, creo que el compartir el amor con alguien es lo mejor que le puede pasar a alguien. Por ahí dicen que “dos cabezas piensan mejor que una”…pero creo que es mejor que dos cabezas piensen que amarse entre ellas es lo mejor que les puede pasar en la vida.

…Yo PIENSO que el AMOR existe— Pepe RiVas

jueves, 31 de enero de 2008

“Cuando se trata de finanzas y citas… ¿por qué seguimos invirtiendo?”

Aunque de buena fuente sepamos que el mercado está saturado y en crisis, ¿por qué seguimos arriesgando nuestro más preciado artículo? ¿Por qué creer que algún consumidor se atreverá a realizar la transacción?... ¿qué tan bueno es el seguir creyendo en este negocio? Ya sea por amigos cercanos, familiares, incluso en la televisión es de nuestro conocimiento que en ese negocio llamado amor muchos salen en bancarrota...otros ganan más de la cuenta…y unos más desafortunados ni siquiera están interesados en invertir para saber si de verdad hay ganancias o perdidas brutales.

Sin embargo seguimos en el mercado…con la pequeña (o grande en nuestros subconscientes) esperanza de que alguien allá afuera estará interesado en nuestro producto y lo consumirá, quizá sólo para probarlo y desecharlo sin el menor cuidado, o porque algo dentro del cliente le dicta que ese es el indicado para él… Uno como comerciante también tiene el derecho de decidir a quien venderle, ¿ no?; con quién negociar e incluso a quién darle una buena oferta. ¿Pero cómo saber si a quien le damos la mejor facilidad de pago es el inversionista correcto?. Algunas veces, ya sea porque la negociación fue impecable o nuestro sexto sentido nos dicta que tal o cual comprador es el indicado para cuidar y llevarse a su casa nuestro artículo valioso, decidimos estrechar la mano e incluso poner los papeles en la mesa para firmar y cerrar la permuta. La terrible sorpresa desvanece nuestra actitud optimista por realizar la transacción cuando al consumidor se le olvidó su tarjeta, quiso checar precios en el establecimiento de enfrente o simplemente se arrepintió en el último momento.

Este es el momento para checar qué andaba mal, si las ofertas de la competencia son mejores o qué se le puede brindar como bono al cliente por comprar en nuestra empresa. Sin embargo…los artículos a la venta son parecidos, pero no iguales. No pueden competir los unos con los otros. Cada uno ofrece funciones diferentes, es mayor o menor en tamaño, forma e incluso fondo…pero no mejor ni peor, eso nunca. Tal vez por eso la insistencia en seguir arriesgando nuestra mercancía…porque sabemos que si a un cliente no le satisfizo, otro quedará fascinado y sin titubear realizará la compra. Es cuando entra la famosa regla de la “oferta y la demanda”…así como hay muchos vendedores, hay muchos compradores. Todo es cuestión de tiempo.

El aún tener la firme creencia en la negocio del amor mantiene mi establecimiento abierto, a la expectativa de cómo, cuándo y qué características tendrá mi inversionista…ese optimismo a que el amor aún es un negocio rentable me llena de esperanza —aquella que aún yo muerto, vivirá—. Alguna vez leí que la vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas. Y tal vez queremos a un cliente perfecto para nuestro corazón —el valioso artículo— en este preciso instante…pero puede ser que el MEJOR, el que necesitamos, llegue por su cuenta, a su tiempo y con pluma en mano para cerrar el trato…entonces, la inversión al “changarro” habrá valido totalmente la pena.

lunes, 21 de enero de 2008

dos cabezas=dos mundos

Es cierto que cada cabeza es un mundo…pero ¿qué tan alejados están nuestros planetas el uno del otro? ¿Es posible llegar a ser parte del mismo sistema solar que la otra persona?. Con la mejor intención del mundo, sin esperar recibir nada a cambio más que un sentimiento similar, la gente permite el acceso a otras personas a incorporarse a su “lista de conocidos” y si recibimos una mejor señal, a “la de amigos”. Puede ser que por una simple imagen agradable la vista, algún gusto en común, o incluso un gusto sexual le damos “aceptar” a ciertas personas, para que, a pesar de lo lejano de nuestros planetas nos ilumine un mismo Sol.

Sin embargo…bien dicen que las apariencias engañan y a pesar de estar advertidos dejamos que ese “look” defina nuestra relación con la otra persona…nos dejamos engatusar o simplemente nos hacemos de la vista gorda…queremos que todo funcione como la teoría lo estipula. La sorpresa es que tarde o temprano alguna gotita del vaso salta hasta nuestra cabeza y con un simple roce nos quita el vendaje de los ojos y esa “hermosa” teoría, se convierte en una mera hipótesis carente de estética a nuestros sentidos.

Y es que frases, acciones, incluso ciertas palabras y su modo de expresarlas nos ayudan a quitarle más y más nudos a la venda. Pareciera que horas y horas de conversación no dan el menor fruto desabrido. Al parecer expresar nuestros gustos, nuestra forma de ver la vida, inclusive enumerar las cosas que nos molestan aportan el mismo significado que un cero. Entonces… desde su planeta, ¿cada quien habla su propio idioma? ¿El vínculo creado por la simple aceptación a la “lista” no nos hace compartir un mismo lenguaje? Tal vez medio comprendemos ciertas palabras dentro de la idea que la otra persona establece claramente. Tal vez ponemos cara de “me quedó clarísimo” y a la vuelta de la página olvidamos todo porque desde un principio no intentamos siquiera entender y mucho menos archivarlo en nuestro disco duro. Tal vez ese olvido o la poca relevancia de la plática con el futuro compañero del mismo sol echa a perder todo y en un instante, estamos en galaxias separadas.

Es cuando ese “look” que definía a esa relación como una “amistad verdadera y eterna” cae a un hoyo negro. A pesar de llegar al punto de compartir un mismo idioma, nuestras propias costumbres traídas del respectivo planeta salen a la luz en medio de un eclipse lunar…de ese en donde la Luna pasa por la sombra de la Tierra…y así, entre sombras, ambigüedades y acciones viscerales conocemos las consecuencias de ser tan distintos al grado tal, que parecemos traídos cada quien de un universo distinto y lejano.

Por muy alejado que esté Mercurio de Neptuno forman parte del mismo sistema solar. Y aunque sus diferencias sean lo único que tienen en común son capaces de compartir el mismo Sol. Lo mismo pasa (quiero creer) con las personas, con aquellos seres especiales a los que permitimos el acceso a nuestra lista, a una lista llena de diversidad, sí, pero con un mismo título: AMISTAD.

Pepe Ri Vas